La comprensión de cuáles sean las posiciones y movimientos ideales para cada disciplina deportiva requiere años de estudios, observaciones, experiencias.

Como en todos los deportes, sobre todo en aquellos más complejos, entender cómo mejorar las capacidades técnicas y de coordinación es la clave para una comprensión real de la propia disciplina. ¿Pero cuáles son las técnicas para el movimiento del cuerpo en vertical?

Durante mucho tiempo ha dominado la convicción de que en la escalada el movimiento fuese "instintivo", como caminar, olvidando que para el niño este es un objetivo que requiere un largo y difícil proceso de aprendizaje y coordinación. Escalar además, es mucho más complejo que el "simple" caminar. El estudio de los movimientos "mejores" permite identificar los automatismos involuntarios que impiden un movimiento libre y consciente: los límites de estos automatismos pueden afectar al mismo tiempo tanto a los aspectos motores,  como a aquellos mentales y culturales. Los automatismos involuntarios son la causa de la dificultad para adquirir nuevos conocimientos, así como para ampliar la propia experiencia motora.

En el pasado reciente (y en parte todavía hoy) en el mundo del alpinismo y la escalada existía el "automatismo cultural" inconsciente, según el cual no se podía enseñar y por tanto, no existía la técnica. O más bien, se creía que no era posible identificar los principios técnicos específicos que permiten identificar los movimientos y progresiones mejores (Técnica). Esto  también porque – se decía – el terreno de la práctica de la escalada es siempre diferente y por lo tanto los movimientos posibles son infinitos, es decir, no identificables y al azar. Pero ¿las pendientes nevadas son todas iguales? ¿Es suficiente con un solo tipo de movimiento del cuerpo y, en consecuencia, sólo una forma de curvar para esquiar en cualquier tipo de nieve? ¿El ángulo, la longitud y la fuerza con la que una pelota de tenis se golpea siempre son iguales? En todos los deportes, las diferentes situaciones motoras han favorecido y ciertamente no impedido la identificación de los aspectos generales y específicos que regulan el movimiento y el uso de las herramientas, dando a luz el alma de cada disciplina, es decir, la Técnica. ¿Por qué entonces debería ser diferente para la escalada? Era necesario sólo encontrar el punto de partida para comenzar la búsqueda.

Todos los hombres tienen cuatro extremidades y una pelvis, donde se encuentra el centro de gravedad del cuerpo, y actúan de un modo regido por las mismas leyes físicas. Esto permite, obviamente, hacer algunas consideraciones generales sobre la forma en que el centro de gravedad y las extremidades se pueden mover recíprocamente en diferentes contextos.

En la escalada existía un vacío, que desde los primeros años, el Método que he desarrollado ha tratado de llenar. Las técnicas del MC, sin embargo, van más allá de los aspectos técnicos y didácticos relacionadas con el movimiento del cuerpo en vertical o en el esquí, identificando  un enfoque preciso a la escalada, al alpinismo y a la montaña en su conjunto que se centra en el desarrollo de la persona en armonía con el entorno natural, más allá del rendimiento deportivo y los aspectos puramente competitivos.