Hasta los inicios de la década del 2000 pensaba que el movimiento del cuerpo sobre los esquís tenía poco en común con el movimiento de la escalada. Se trataba, de hecho, de un tópico o mejor, un involuntario automatismo cultural inducido por las creencias de los profesionales del gremio. La mentalidad racional occidental tiende a dividir y especializarse en profundidad en las disciplinas individuales, arriesgándose a perder de vista el conjunto general. En realidad, el desarrollo del Método ha demostrado no sólo que no hay conflicto entre la visión general y la especialización, pero que además existe un modo de conectar estos aspectos que sólo en apariencia son antagónicos, o distintos, para llegar a nuevos puntos de vista y nuevos conocimientos. La teoría del Punto Focal es quizás el ejemplo más importante en este sentido.

Observando cómo los cursos se llevan a cabo normalmente el esquí de montaña y el esquí fuera de pista, es inmediatamente evidente la analogía con los cursos de escalada del pasado: tanta teoría, tantos ensayos con el ARVA, pero ... ¿Cómo se esquía sobre la nieve no batida? Y sobre todo, ¿Qué se enseña sobre el movimiento en diferentes tipos de nieve? ¿Cuáles son los ejercicios y técnicas que permiten aprender cómo manejar el peso del cuerpo según los diferentes tipos de nieve? Al hacer estas preguntas, el vacío técnico y didáctico se hace inmediatamente evidente. Muchas personas que he conocido porque querían aprender realmente me dijeron: He hecho varios cursos específicos, he aprendido de todo, excepto... ¡a esquiar!

De hecho, muchos enseñantes se basan en la creencia no consciente de que una vez aprendida la técnica de descenso en la pista gracias a las escuelas de instructores de esquí de la Fisi, para esquiar fuera de pista se aprende por sí mismo, simplemente con la experiencia ...

En cambio, como en la escalada existe el concepto de que el cuerpo "inteligente" aprendiendo la técnica del movimiento, con el fin de poder adaptarse óptimamente a todas las situaciones, también en el esquí conocer los principios generales del movimiento y la técnica que mejor se adaptan a las diferentes condiciones de la nieve permite cambiar el propio modo de esquiar para adaptarse a las situaciones cambiantes del fuera de pista.